Nuestra Historia

Hace 18 años, nuestras miradas se cruzaron y supimos que algo especial estaba por comenzar. Desde entonces, Rosa Isabel y yo (Fernando) hemos caminado de la mano, enfrentando la vida con amor, fe y muchísimos antojos.

Desde nuestros primeros días juntos, la cocina fue testigo de nuestros momentos más íntimos: risas compartidas, charlas eternas mientras preparábamos algo rico, y ese sueño que cada vez se hacía más fuerte… el de algún día tener un restaurante propio.

No teníamos todo resuelto, pero sí algo muy claro: lo haríamos juntos. Así nació Los Meros Nachos, no como un gran local, sino como un humilde puesto ambulante, donde cada platillo se servía con el corazón y una sonrisa.

Empezamos en la calle, bajo el sol y las estrellas, con más pasión que recursos, y con la firme convicción de que el amor —el verdadero— también se cocina. Con cada cliente, cada elogio, cada reto, fuimos creciendo.

Paso a paso, con esfuerzo y cariño, ese puestecito se transformó en el restaurante que hoy muchos conocen y quieren. Hubo días difíciles, noches largas y muchos aprendizajes. Pero también hubo abrazos que nos dieron fuerza, clientes que se volvieron amigos, y sabores que nos recordaban por qué comenzamos.

Hoy, cuando miramos todo lo que hemos logrado, no solo vemos un restaurante. Vemos nuestra historia servida en cada mesa, el amor de pareja que se volvió proyecto, y el sueño compartido que se convirtió en realidad.

Los Meros Nachos no solo lleva nuestro sazón… lleva nuestro amor.

Gracias por ser parte de esta historia